La hiperconexión a la que fuimos sometidos como consecuencia de la pandemia Covid-19, se tradujo en reinventar la forma en cómo las compañías de asistencias, servicios, marketing, y experiencia de usuario, operaban y lograban una conversión. Una gran oferta de nuevos servicios, modelos de negocio muy parecidos entre ellos, y un diferencial no tan tangible. Sigue leyendo para conocer más.
Día a día los usuarios se encuentran con cientos de marcas que creen que ofrecen cosas distintas, pero terminan con el mismo portafolio de productos entre ellas. Desde servicios, experiencias, hasta suscripciones digitales, o asistencias que le aportan valor a su calidad de vida.
Con un mercado potencial con muchas oportunidades, pero saturado con tantos esfuerzos de comunicación; lo que marca la diferencia -detrás del producto- es la atención que reciban, la experiencia con el soporte, y las buenas prácticas de sostenimiento de clientes que tengan las compañías.
Asegurar una conversión comercial, que no solo genere incremento en ventas sino que además ofrezca fidelización de clientes, y posicionamiento en el mercado, pareciera ser un trabajo de muchos años de implementación y reestructuración de cultura interna; sin embargo, gracias a la tecnología y modelos de innovación centrados en el usuario, esta tarea es implementable en cortos periodos de tiempo que permiten ganancias de corto plazo, y un impacto a la estrategia global de crecimiento.
Según un estudio de American Express, el 98% de los usuarios que tienen una experiencia positiva con una marca, a través de su servicio al cliente y procesos logísticos, vuelven a acercarse a ella sin buscar información de otros competidores, y el 36% de ellos está dispuesto a gastar 15% más en la compra por la que están interesados.
¿Cómo está la experiencia de servicio al cliente en tu compañía? ¿En qué va la optimización de procesos logísticos? Hablemos y conoce lo que podemos hacer por tu compañía.